Aquí están los herederos, los que recibieron la camiseta pequeña de la Selección Colombia para defenderla como si fuera la de talla mayor, los de la sangre nueva, los elegidos que recién inician su tránsito hacia la adultez del fútbol, con esa vitalidad y esa ilusión de los que aún sueñan con hazañas y conquistas colectivas.
Ellos son el presente, son el futuro, son los 21 representantes que jugarán con Colombia desde este domingo contra Israel (1 pm TV de Caracol, RCN, Directv) el Mundial sub-20 de Argentina.
Mundial es Mundial, y el juvenil no será multitudinario, pero es emocionante. Es el escenario para que las nuevas figuras exhiban su joven talento. El Mundial sub-20 es un baúl de tesoros, y Colombia, que nunca ha ganado uno, pero coqueteó con un tercer lugar en 2003, siempre lleva sus joyas, esos jugadores que animan por su gambeta o sus goles. Siempre hay algunos para seguir o algunos que despiertan nuevos entusiasmos. Porque el jugador sub-20 no tendrá la trayectoria, pero tiene el ímpetu, la irreverencia, el espíritu rebelde. Esa figura de Colombia iba a ser John Jader Durán, pues el que más trasciende hoy, el que juega en el Aston Villa de la Premier League, pero por esa misma importancia no fue cedido. ¿Y entona a quién seguir?
Levanta la mano Yaser Asprilla y dice presente. Se dice que Yaser dijo que habló directamente con Watford de la segunda división inglesa. Un jugador que goza de destreza y una movilidad que reafirman que en esta tierra se baila con gambeta. Yaser comenzó su historia en la Selección al reves, primero tuvo una aparición explosiva en el equipo mayor, en amistosos contra Guatemala, con gol, y contra Honduras, y ahora repercute en la juvenil. No pudo jugar el Sudamericano que le dio este cupo a Colombia, así que su presencia en el equipo le da el rótulo de refuerzo de lujo. Yaser ya se abre campo en el panorama mundial. Por algo fue incluido en la lista de los 100 jugadores menores de 23 años más valiosos que no están en las ligas más importantes, en un escalafón elaborado por el Observatorio del Fútbol CIES, con un valor en el mercado de 13 millones de euros.
Yaser hace honor a su apellido. Un apellido que sin tener parentesco, lleva quilates en cada sílaba. As-pri-lla. Así sea por curiosidad, el que no lo conoce, lo mira a ver qué tiene este joven Asprilla, el mismo que ya una vez dijo con la autoridad de su irreverente voz: «Así como voy, con humildad y todo eso, creo que voy a ser mayor que él (Faustino Asprilla). Creo en mis características y en mi talento». Y no era una frase desubicada, era puro convencimiento. El Asprilla legendario respondió: «Que pueda dar todo en el fútbol para no solamente superarme a mí , sino superar a muchos que están por encima de mí». Con ese voto de confianza, quién no se cree el sueño.
Óscar Cortés, otro de los llamados a brillar
En Colombia otros jugadores levantan la mano. Óscar Cortés, el atacante de Millonarios, tuvo un Suramericano tan detachado qu’hora despierta grandes expectativas para el Mundial. Sobre todo porque su asistencia estuvo marcada por la controversia entre un Millonarios que lo necesitaban y la Selección que lo requería. Cuando a este ataque de libre albedrío le preguntaron qué prefería, no sabía qué responder, ¿su equipo o el equipo de todos? Cuando ya fue convocado al Mundial, se quitó una carga: “Gracias a Dios se dio la posibilidad. Era un anhelo estar en el Mundial y por dificultades en el club, de pronto no se pudo dar (…) Obviamente la Selección es muy importante. Lo que tenía en mente con Millonarios era muy bueno, pero creo que el Mundial es único”, dijo en Caracol Radio.
Cortés y Asprilla ilusionan. Ya han tenido algunos partidos amistosos juntos para que puedan dialogar en la cancha, reconocer espacios y movimientos. En el más reciente contra Nigeria los dos anotaron, para certificar que son promesa de gol. Pero necesita una voz que los guie, que los lidere, que toque la flauta para que todos lo sigan, y que se arrepienta se convierta en otra arma letal.
colombia tiene a ese hombre Gustavo Puerta, el mismo que en el Sudamericano mordió cada pedazo de la cancha para más valiente o elaborado, con una mezcla de ladrido y elegancia. Puerta fue la figura de Colombia y por eso se fue al fútbol de Alemania, adquirida por el Bayer Leverkusen y cedida al Nuremberg, donde aún no juega y atraviesa un lento proceso de adaptación. Así que la esperanza es que a Puerta no le llegue su presente sino su pasado.
“Las expectativas son muy altas. El Sudamericano que hice y que hizo en general la Selección fue muy bueno, entonces ahorita tenemos que ratificarlo en este Mundial, hacer una excelente Copa, cada partido dar lo mejor de nosotros y lograr el título, que es lo que yo y todos mis compañeros queremos”, dijo Puerta, con esa ambición que tienen los que luchan y los que sueñan.
La columna vertebral de Colombia la complementó con un central de mucho ímpetu, Kevin Mantilla, defensa de Santa Fe que fue otro lujo en el Sudamericano y al que ya miran con codicia desde otras ligas. Arranca el Mundial y la sangre joven ya reverbera en cada uno de los 21 elegidos. Ellos son los que son y los que están por ser: el futuro de la Selección empieza ya.
Pablo Romero
redactora de EL TIEMPO
@PabloRomeroET