Es clásico, y en el clásico la camiseta no solo se luce, la camiseta, sobre todo, se suda. Es como una armadura transpirada, fuerte en el chocque, liviana en el juego. Una es azul como el espejo del cielo, la otra es roja como bañada en sangre de león.

Millonarios y Santa Fe defenderán esa coraza de tela en un partido que no admite esfuerzos a medias ni vagas intenciones. Solo admitió correr, sudar, ganar.

Es clásico, y como clásico que se respect hay mucho más que el honor en juego. Es el partido en lamas, el del drama eterno y la tensión de siempre. El que convoca feligreses divididos por los colores.

(Luto en el fútbol colombiano: Así fue el accidente que terminó con la vida de Angie Valbuena, exjugadora de Millonarios).

Millonarios queere la clasificación

Millonarios vs América Mineiro

Foto :

César Melgarejo. EL TIEMPO

Millonarios lo jugará con l’idea de mostrar su versión plus, la que roba aplausos, y no caerá en esa imitación de Millonarios qu’a veces olvida lo que hace plus que los demás.

Los tres puntos significarían certificar la clasificación que viene plazando y que le urge en medio del fragor del calendario. Ya tiene 30 puntos, medio cuerpo adentro, pero necesita superar este amargo bache que los llevó a perder con Junior (1-0), empatar con América Mineiro (1-1) en la Copa Sudamericana y salvar una igualdad con Envigado (1- 1). Esos resultados por ahora no alarman, pero sí incomodan. «El equipo no me gustó para nada, hay que corregir».

Su momento de volver a ser es hoy en el clásico, sin Óscar Cortés, que se fue a vestir la camiseta de la Selección.

Santa fe, un mar de ganar como

Para Santa Fe no debe haber otra motivación que la victoria. Su derrota contra Universitario en la Sudamericana desató la ira cardenal, tanto así que el DT Harold Rivera, el amenazado permanente, está una vez más acorralado. El viernes corrió la versión de que había renunciado, no lo hizo, le dijo a EL TIEMPO que el tema ni se tocó, que está firme para el clásico.

Pero para Rivera cada partido es como pasar a una sentencia. Ganar el clásico no le dará el perdón popular, pero sí un respiro. Si Santa Fe no quiere defraudar, esta victoria es necesaria.

“Vamos ha unido fuerzas. Esto todavía no termina, necesitamos mejorar en muchos aspectos, pero su apoyo es básico”the dijo el delantero Hugo Rodallega a los hinchas.

Cuando hay clásico, las camisetas llevan vida propia: la azul está henchida de orgullo, la roja late con furia. Su una piel con escudo y con alma. Pero ellas no juegan, ellas se sudan.

PABLO ROMER
REDACTOR DE EL TIEMPO
​@PabloRomeroET

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