El príncipe Harry perdió el martes un intento de impugnar legalmente la decisión del gobierno del Reino Unido de no permitirle pagar la protección policial mientras esté en el Reino Unido.

Harry, el hijo menor del rey Carlos III, fue despojado de la seguridad policial que generalmente se le da a la realeza después de que él y su esposa estadounidense Meghan renunciaron a sus funciones oficiales en 2020 para mudarse a Estados Unidos.

El Tribunal Superior de Londres, que ya había acordado el año pasado que se le debería permitir impugnar una decisión inicial de poner fin a la protección, dictaminó que tampoco podía solicitar una revisión judicial de si le permitía pagar él mismo a la policía especializada.

La decisión de despojarlo de la protección financiada por el Estado fue tomada por el Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y las Figuras Públicas, conocido por las siglas RAVEC, que aprueba la seguridad de los miembros de la familia real y personalidades, como el Primer Ministro.

El juez Martin Chamberlain dijo en su decisión escrita que podría decirse que RAVEC no estaba equivocado al decidir que permitir que se pagara la seguridad de protección era contrario al interés público.

Su decisión se produce menos de una semana después de que el portavoz de Harry dijera que el príncipe, su esposa Meghan y su madre estuvieron involucrados en una persecución automovilística ‘casi catastrófica’ con fotógrafos de prensa después de una ceremonia de entrega de precios en Nueva York.