La japonesa Nippon Steel ha cerrado este lunes un acuerdo para comprar US Steel por 14.900 millones de dólares en efectivo (unos 13.600 millones de euros al cambio actual), imponiéndose en la subasta por la emblemática siderúrgica, de 122 años de antigüedad, a rivales como Cleveland-Cliffs y el gigante ArcelorMittal. Según los términos del acuerdo, el precio de 55 dólares por acción de la centenaria acería supone una prima del 142% con respecto al 11 de agosto, último día de cotización antes de que Cleveland-Cliffs presentara una oferta de 35 dólares por título en efectivo.

“Estamos seguros de que es realmente lo mejor para todos”, ha dicho el responsable de US Steel, David Burritt, en una videollamada con inversores celebrada este lunes. “El anuncio de hoy también beneficia a Estados Unidos: garantiza una industria siderúrgica nacional competitiva, al tiempo que refuerza nuestra presencia en todo el mundo”. US Steel conservará su nombre como cotizada y seguirá teniendo su sede en Pittsburgh.

La venta de US Steel se produce en un contexto de protección de la industria local, emprendido por la Administración del presidente Joe Biden, con el objetivo de reducir la dependencia de China y, a la vez, fomentar el empleo. Uno de los puntos más destacados de su campaña electoral en 2020, plasmado en numerosas medidas de gobierno, fue el programa Made in America, una clara apuesta por la producción local. US Steel ya no era en los últimos años la empresa líder del sector, pero la apuesta de la Administración de Biden por los vehículos eléctricos, en cuya fabricación el acero desempeña un papel primordial, convierte la operación en estratégica.

El movimiento de Cleveland-Cliffs en agosto llevó a US Steel a iniciar el proceso de venta. Su consejo de administración concluyó este domingo que la opción de Nippon era superior a la de Cleveland-Cliffs, incluso después de que esta elevara la oferta a una horquilla alta de 40 dólares por acción, según fuentes consultadas por la agencia Reuters.

ArcelorMittal también codiciaba a US Steel, informa la agencia. El conglomerado de origen indio, y con sede en Luxemburgo, vendió en 2020 su negocio en EE UU a Clevenland-Cliffs por 1.200 millones de dólares, en una combinación de efectivo y acciones, lo que convirtió a esta en la empresa líder de EE UU en la producción de acero laminado plano y de pellets de mineral de hierro. Nippon y ArcelorMittal poseen una planta conjunta en Alabama que fabrica chapas de acero a partir de productos semiacabados, o desbastes, adquiridos a proveedores locales y extranjeros. También están invirtiendo unos 1.000 millones de dólares en un horno de arco eléctrico.

La adquisición de US Steel ayudará a Nippon, cuarto fabricante mundial de acero, a llegar a los 100 millones de toneladas de capacidad mundial de acero bruto, al tiempo que ampliará significativamente su producción en EE UU, donde se espera que suban los precios del acero a medida que aumente la producción de vehículos eléctricos, promovida igualmente por la agenda verde de la Administración de Biden. US Steel también suministra material a la industria de energías renovables y puede beneficiarse de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, en sus siglas inglesas), que ofrece créditos fiscales y otros incentivos para este tipo de proyectos, algo que atrajo a sus pretendientes.

Según la compañía japonesa, se respetarán todos los compromisos de US Steel con sus empleados, incluidos los convenios colectivos vigentes. A pesar de estas garantías, el poderoso sindicato United Steelworkers (USW), que había apoyado la venta a Cliffs por tener una plantilla muy sindicada, dijo que se oponía a la adquisición por Nippon porque no confía en que se mantengan los acuerdos laborales. La operación de compraventa tiene lugar apenas un mes después de que huelgas masivas en las principales plantas de automoción del país acabaran con importantes subidas de sueldo y otros beneficios para los trabajadores. La empresa conjunta de Nippon y Arcelor no está sindicada.

La venta de US Steel representa el último paso en el declive gradual de la emblemática empresa, que fue en su día la mayor del planeta. Fue uno de los primeros grandes conglomerados y un símbolo del poderío industrial estadounidense, el que a finales del siglo XIX forjó las fortunas de la denominada gilded age (edad de oro), tan definitoria en el trazado y diseño modernos de las principales ciudades del país. Hasta la década de los años cuarenta del siglo XX, coincidiendo con la Segunda Guerra Mundial, y con una plantilla de 340.000 trabajadores por el esfuerzo bélico, dominó el sector. Hace años que su pujanza había sido superada por Nucor Steel y en 2022 su plantilla la formaban solo 15.000 empleados.

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