El Ministerio de Trabajo asegura que ha alcanzado un acuerdo con el de Economía para reformar los subsidios por desempleo. El de Nadia Calviño, de momento, aún no confirma que el pacto esté cerrado. Las posturas se acercan casi sobre la bocina, en la penúltima semana del año, ante la amenaza de perder fondos europeos si no se acometía este cambio antes de las campanadas.

Fuentes de Trabajo explican que la cuantía del subsidio se incrementa, pasando de los 480 euros actuales a 570 euros en los seis primeros meses, a 540 euros en los siguientes seis meses y se mantiene en los 480 euros actuales en adelante. Además, se incorpora al sistema nuevos colectivos, entre ellos las personas desempleadas menores de 45 años sin cargas familiares. También se plantea una protección a los eventuales agrarios y a las personas trabajadoras transfronterizas de Ceuta y Melilla, se elimina el mes de espera para el acceso al subsidio y se regula la compatibilidad entre percibir el subsidio y el empleo hasta 180 días. Este último elemento está diseñado para “facilitar la transición al mercado de trabajo de las personas desempleadas”, indican las mismas fuentes.

Asimismo, se refuerzan las medidas para la reinserción laboral y mejorar la empleabilidad garantizando el servicio de tutorización individual, el asesoramiento continuado y atención personalizada, y además se amplía el derecho a acceso al subsidio de mayores de 52 años a quienes acrediten responsabilidades familiares, computando las rentas de la unidad familiar.

Las conversaciones se aceleraron en las últimas horas, después de semanas de discusión pública entre los departamentos de Yolanda Díaz y Nadia Calviño. Aunque durante la mañana del lunes algunas voces de Trabajo transmitían certeza ante la posibilidad de que la reforma llegase al Consejo de Ministros, durante la noche de ayer aún no había acuerdo. Ni a primera hora de la mañana de este martes. El pacto, dice Trabajo, se ha alcanzado poco antes de la reunión de los miembros del Gobierno.

El Ministerio de Trabajo fijó su planteamiento de máximos hace un par de semanas: elevar la cuantía inicial a 660 euros, que caiga a 550 a los seis meses y terminar al año en el montante actual de 480. Con el paso de los días se han ido moderando los decibelios en torno a este asunto, hasta lograr el acuerdo de este martes.

Según los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), hay un millón de receptores de subsidios por desempleo. Son personas vulnerables, parados en busca de trabajo y que ya no tienen derecho a una prestación contributiva. Es decir, han agotado la nómina de desempleo que les correspondía por las cotizaciones que aportaron o incluso no han llegado a agregar suficiente al sistema.

Son 971.095 personas, por encima de los 792.336 que sí reciben una prestación contributiva (derivada de sus cotizaciones). En total, en suma de subsidios y prestaciones, el sistema protege a 1,76 millones de personas. Pero en España hay 2,7 millones de parados, así que hay en torno a un millón de desempleados que no están recogidos bajo este paraguas. Es la conocida como cobertura del sistema, que ahora ronda dos tercios del total de parados. Algunos que quedan fuera perciben el ingreso mínimo vital o alguna otra partida asistencial, pero también hay una parte que queda completamente excluida.

La mayoría de los receptores de subsidios son mujeres: 572.666, un 59% del total, frente a 398.430 hombres (41%). El tipo de subsidio más común es el que reciben los mayores de 52 años que han agotado la prestación, que perciben 215.945 hombres y 217.746 mujeres. En la misma línea, la mayoría de los los receptores de subsidios tienen 50 años o más, el 68%. Solo el 5% tiene menos de 30 años. Y por nacionalidad, solo un un 8% del total de receptores es extranjero, una porción mucho menor de la que realmente les corresponde en la población activa (15%).

Actualmente, la mayoría de subsidios por desempleo tienen una duración máxima de seis meses, prorrogables en función de las circunstancias en algunos casos. Por ejemplo, con cargas familiares esta ayuda puede durar hasta 30 meses en casos de gran necesidad. El subsidio más común, el de los mayores de 52 años, sí se puede extender más tiempo. “Hasta que el trabajador alcance la edad ordinaria que se exija en cada caso para causar derecho a la pensión de jubilación contributiva”, especifica el SEPE en su página web.

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