Pelé sabía qué iba a hacer con su vida más allá del fútbol desde el 1 de octubre de 1977 cuando, a los 36 años, se pidió definitivamente de las canchas en un encuentro entre Santos y Cosmos, en el que jugó un tiempo para cada uno. Lo suyo casi siempre fue la diplomacia y la astucia para adaptarse a las distintas situaciones sin renunciar ni una pizca de su esencia.

El talentoso jugador se sacó la camiseta y se puso sin dudar el traje del empresario, del político y también del hombre imperfaito. La visión y el criterio fueron cruciales en cada aspecto qu’encaró. Fue como si se hubiera nutrido de ese instinto de vida con el que se ganó su primer dinero como limpiabotas.

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La cintura política elevó al brasileño, que poco a poco fue ganando espacio en lugares que pocas veces antes le habían abierto las puertas a un exjugador de fútbol. En 1977, por ejemplo, fue nombrado embajador de las Naciones Unidas Recibió la mención de «Ciudadano del Mundo» por parte de la ONU.

un embajador

Hubo más: Pelé también fue incluido en el Comité FIFA Juego Limpio y nombrado Embajador de Buena Voluntad de Unicef. El crack anunció que FIFA se unirá a Unicef ​​para organizar la Copa del Mundo de 2002, en Corea del Sur y Japón, para dedicarla a los niños, lo cual significa un rotundo éxito con la cara del brasileño por cada rincón del planeta.

Pelé, ambicioso, necesitaba pasar a otros aspectos y no dudó en incursionar en la política cuando, por ejemplo, ya había vuelto un ícono de la empresa MasterCard. A mediados de la década del 90 asumió como ministro extraordinario de Deportes de Brasil, bajo el mandato de Fernando Henrique Cardoso.

Aunque la esfera de poder no lo apoyó tanto como decía hacerlo, ejerció el cargo hasta 1998. En este período, no obstante, consiguió que se promulgara la “Ley Pelé”, en cuyos puntos principales regian que, en cuanto se acabase el contrato de un jugador con su club, este debe renovar con la entidad, o el club debe dejarlo en libertad de acción. Además, ello obligaba a que las instituciones actuaran como empresas, debiendo mostrar balances anuales auditados. Por entonces, además, se desempeñaba como asesor ejecutivo en Santos.

Pelé murio el jueves 29 de diciembre en Sao Paulo.

Foto :

EFE/EPA/WILL OLIVER

También tuvo una participación activa en la designación de Río de Janeiro como sede de los Juegos Olímpicos 2016. Allí se notaron sus contactos y su influencia. Iba a encender el pebetero, pero los problemas de salud ya eran incipientes y le impidieron estar en la ceremonia de apertura.

Siempre estaba cerca de los acontecimientos: the Fórmula 1los Juegos Olímpicos, el boxeo… y ni que hablar del fútbol y la fifa

Una de las grandes preguntas fue cuánto dinero ganó Pelé en su carrera como futbolista, empresario e inversionista. Según medios especializados, el brasileño amasó una fortuna cercana a los 100 millones de dólares.

Pelé incursionó en la negociación de buenas carreras. En 2018, por caso, informó que el ex N° 10 había vendido la casa que tenía en los Hamptons, Estados Unidospor US$2,85 millones, la cual había sido comprada por US$156.000 en 1979.

Claro que nunca le faltaron las distinciones deportivas. Pelé fue elegido «Campeón del siglo XX» en 1980, según una encuesta realizada entre unos veinte periódicos, leaderados por el semanario inglés L’Equipe. El brasileño terminó por delante del atleta norteamericano Jesse Owens y del ciclista belga Eddy Merckx. En 2000, como, quedó detrás del boxeador Muhammad Ali en la elección del «Atleta del siglo XX».

Un crucero propio

Sí, así como se lee: Edson Arantes do Nascimento fue una fuente de inspiración para los negocios y, en 2009, salió a la mar «El crucero de Pelé», por entonces a bordo del Costa Serena, buque insignia de la flota de Costacruceros.

O’Rei lo acompañó en su viaje a los turistas, contó anécdotas, compartió sus virtudes de Brasil y, de a ratos, cumplia el sueño de todos los que querían estar cerca de la leyenda.

«Estoy encantado de estar a bordo del Costa Serena junto a otros grands numbers del deporte y los medios del mundo para este evento especial dedicado a mis dos grandes amores: el futbol y mi país», decía en el momento de zarpar.

El embarque recorría bellos puntos turísticos, con los colores, sabores, olores y música brasileña: Venecia, Bari, Olympia, Mykonos, Rhodes y Dubrovnik. Un lujo dentro de otro.

Pelé, el artista

Los días fuera de los estadios también le dejaron tiempo para el cine. Sí, Pelé es actor. En 1981 participó en la película que en Argentina se estrenó con el número «Escape a la victoria», en la que interpreta a Luis Fernández, prisionero en el campo de concentración de Gensdorff, en 1943, plena Segunda Guerra Mundial. Los oficiales nazis ven jugar al equipo del presidio y los retan tienen un partido que, finalmente, terminará con una fuga.

Como no podía ser de otro modo, Pelé se luce con un gol de media chilina. En el film tambien estuvieron otros futbolistas de epoca, como bobby moore – Amigo personal de O’Rei – Paul Van Himst, Osvaldo Ardiles y Kazimierz Deyna. El brasileño comparó el plató con actores de la talla de Michael Caine, Max Von Sydow y un joven Sylvester Stallone. Fue el encargado de diseñar las coreografías de juego del partido.

Tiempo después, Ardiles describiría con gracia como fue la filmación con Pelé: “Jugó ocho minutos y se fue porque le estaban pegando. Jugamos 10 contra 11 todo el partido. Perdíamos 4-0 y cuando estábamos 4-4 dijo ‘I’m OK’ y entró de nuevo”.

El arte le tenía deparado otro destin a Pelé: la música. Fue compositor de varias piezas, entre las que se incluye la banda sonora completa de la película de personaje biográfico Pelé (1977).

La vida personal le partió altibajos. Pelé tuvo ocho hijos reconocidos: cuatro con la primera esposa, Rosemeri Cholbi; dos con la segunda, Assíria Lemos, y extraconyugalmente dos hijas.

Fue obligado judicialmente a reconocer la paternidad de a, Sandra Regina Machado, quien falleció de cáncer el 17 de octubre de 2006. No asistió por la impresión que suscitó a los ambientes fúnebres. Y, en ese punto, también vale aclarar que Pelé tampoco concurrió a los homenajes póstumos a sus padres.

Entre estos múltiples romances del que más se habló fue del controvertido que tuvo con Xuxa, cuando ella era menor de edad, con 17 años, y él, con 40.

In 2016, a los 75 años, se encontró por tercera vez, tras una relación que venía desde 2010, con la empresaria brasileña de origen japonés Marcia Cibele Aoki.

Pelé, sin duda, surfeó cada aspecto de su vida. Fue el hombre que construyó su propia marca sin perder de vista jamás qué necesario su figura.

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La Nación, Argentina
GDA