Los votantes nigerianos emitieron sus votos el sábado para elegir un nuevo presidente, ya que los países más poblados de África luchan contra una escasez de billetes en todo el país que, según algunos observadores, conducirá a una participación más baja de lo esperado.

Las elecciones presidenciales y parlamentarias se producen en medio de temores de violencia, desde militantes islamistas en el norte hasta separatistas en el sur, aunque los funcionarios han subrayado que la votación de este año no se pospondrá como lo han hecho las dos últimas elecciones presidenciales.

Del campo de 18 candidatos presidenciales, han surgido tres favoritos en las últimas semanas: el candidato del partido gobernante, el principal candidato del partido de oposición y un tercer partido retador que ha obtenido un fuerte apoyo de los votantes jóvenes. Pero no estaba claro si esos simpatizantes acudirían con fuerza a los colegios electorales, ya que los nigerianos hicieron cola durante horas en los bancos de todo el país la semana pasada en busca de dinero en efectivo.

La votación está siendo observada de cerca ya que Nigeria es la economía más grande de África y uno de los principales productores de petróleo del continente. Para 2050, la ONU estima que Nigeria estará empatada con Estados Unidos como la tercera nación más poblada del mundo después de India y China.

También alberga una de las poblaciones de jóvenes más grandes del mundo: alrededor de 64 millones de sus 210 millones de residentes tienen entre 18 y 35 años, con una edad promedio de solo 18.

El mandato del actual presidente Muhammadu Buhari ha estado marcado por preocupaciones sobre su frágil salud y frecuentes viajes al extranjero para recibir tratamiento médico. Dos de los principales candidatos tienen más de 60 años y ambos han estado en la política nigeriana desde 1999.

Por el contrario, a los 61 años, el candidato del tercer partido laborista, Peter Obi, es el más joven de los favoritos y ha subido en las encuestas en las semanas previas a la votación del sábado.

Aún así, Bola Tinubu disfruta del fuerte respaldo del partido gobernante Todos los Progresistas del Congreso como un respaldo importante para el presidente en funciones. Y Atiku Abubakar tiene la reputación de ser uno de los empresarios más ricos de Nigeria, ya que también se desempeñó como vicepresidente y candidato presidencial en 2019 por su Partido Democrático Popular.

Esta elección presidencial también tiene muchos votantes primerizos, como Wuraola Abulatan, de 30 años, en Lagos, quien acusó al partido gobernante de no cumplir las promesas que hizo en 2015 cuando llegó al poder.

«Perdí la esperanza por Nigeria, pero cuando Peter Obi comenzó a hacer campaña, esa esperanza volvió», dijo. «Quiero ver que Nigeria mejore».

El impacto total de la crisis monetaria de Nigeria en las elecciones del sábado no quedó claro de inmediato, aunque los funcionarios dijeron que pudieron obtener gran parte del dinero que el gobierno necesitaba para organizar la votación.

En Lagos, una mujer policía que estaba en un banco para retirar efectivo le dijo a The Associated Press el jueves que no pudo llegar al lugar donde estaba desplegada para las elecciones porque no podía conseguir dinero.

Después de que las autoridades anunciaran la decisión en noviembre de rediseñar la moneda de Nigeria, la naira, los nuevos billetes circularon lentamente. Al mismo tiempo, los billetes antiguos han dejado de aceptarse, creando una escasez en un país donde muchos usan efectivo para las transacciones diarias.