La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) acaba de imponer a LaLiga una multa de un millón de euros por el uso inadecuado de datos biométricos en los recintos futbolísticos. Este incidente destaca el aumento de las preocupaciones relacionadas con la privacidad y la seguridad de los datos en el sector deportivo, particularmente en lo referente a tecnologías como el reconocimiento facial y la recolección de huellas dactilares de los asistentes.
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha sancionado recientemente a LaLiga con una multa de un millón de euros debido al uso indebido de datos biométricos en los estadios de fútbol. Este caso pone de relieve la creciente preocupación por la privacidad y la protección de datos en el ámbito deportivo, especialmente con respecto a tecnologías como el reconocimiento facial y la recopilación de huellas dactilares de los aficionados.
La AEPD ha declarado que el uso de estos sistemas de biometría, implementados en los accesos a los estadios, no cumple con los requisitos establecidos por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). La normativa de protección de datos exige que cualquier procesamiento de datos personales, especialmente aquellos que son altamente sensibles como las huellas dactilares o las características faciales, esté justificado y sea proporcional a la finalidad perseguida. Según la AEPD, en este caso, la recogida de datos biométricos de los espectadores no se ajusta a estos principios, ya que no se puede justificar adecuadamente el tratamiento de esta información.
LaLiga defendía el uso de estos sistemas argumentando que podrían incrementar la seguridad, manteniendo fuera de los estadios a individuos violentos que ya tenían prohibido el acceso. A pesar de esto, la AEPD opina que el manejo de estos datos carece de justificación sólida y que, en lugar de proteger la privacidad, se compromete la libertad individual de los asistentes al recopilar datos muy sensibles sin el debido consentimiento.
No es la primera vez que ocurren incidentes relacionados con el uso de tecnologías biométricas en el ámbito deportivo. En años pasados, otros equipos deportivos fueron sancionados por emplear sistemas de reconocimiento facial y otras técnicas de identificación biométrica sin adherirse a las normativas de protección de datos. En este contexto, la AEPD enfatiza que el uso de tecnologías de identificación biométrica debe ser considerado como una medida excepcional, clara y proporcionalmente justificada.
Este no es el primer incidente relacionado con el uso de tecnologías biométricas en el deporte. En años anteriores, otros clubes deportivos ya habían sido multados por implementar sistemas de reconocimiento facial y otras formas de identificación biométrica sin el cumplimiento necesario de las normativas de protección de datos. En este contexto, la AEPD subraya que el uso de tecnologías de identificación biométrica debe ser siempre una medida excepcional, justificada de manera clara y proporcionada.
Además, el tratamiento de datos personales de carácter biométrico implica riesgos significativos para la privacidad de los individuos. Estos datos no solo son inmutables, sino que también pueden ser fácilmente utilizados para fines distintos a los inicialmente previstos si no se toman las medidas de seguridad adecuadas. La AEPD ha enfatizado que, para que el uso de estos datos sea legítimo, debe realizarse un análisis detallado de la necesidad, proporcionalidad y adecuación del tratamiento, lo que en este caso no se ha cumplido.
Como resultado, la multa y la orden de suspensión de los sistemas de reconocimiento facial y otras tecnologías biométricas en los estadios obligan a LaLiga a reconsiderar su estrategia de seguridad. Además, la resolución de la AEPD establece que, en el futuro, cualquier implementación de este tipo de tecnologías en los estadios deberá cumplir rigurosamente con las normativas de protección de datos, asegurando la transparencia, el consentimiento y la minimización de riesgos para la privacidad de los aficionados.
Este incidente pone de manifiesto la importancia de garantizar el respeto a los derechos de los ciudadanos, incluso en entornos tan visibles y populares como los estadios de fútbol. Las autoridades españolas siguen supervisando de cerca el uso de nuevas tecnologías para evitar que el avance tecnológico socave derechos fundamentales como la privacidad y la protección de datos personales.