A solo días de que la Corte Suprema de Justicia Acabo con la llamada ‘acción confirmada’ para la educación superior en Estados Unidos, quedo abierto un nuevo frente de batalla en este mismo campo que con seguridad va cause nuevas fisuras en un país dividido.
Este lunes, un grupo de organizaciones civiles, entre todas las que representan a los latinos en el país, presentaron una queja ante el Departamento de Educación Pidiendo terminar también con otra práctica usada por universidades del país bajo la cual se privilegia en el proceso de admisión a los hijos de exalumnos y los que donan fondos para los centros educativos.
Los peticionarios alegan que se trata de otra forma de «discriminación positiva», pero en este caso para beneficiar a las élites y aquellos con más recursos.
“¿Por qué estamos premiando a los hijos por los privilegios y ventajas acumuladas por generaciones anteriores? El apellido de su familia y el tamaño de su cuenta bancaria no son una medida de mérito y no influyen en el proceso de admisión a la universidad”, dice Iván Espinoza-Madrigal, director ejecutivo de Abogados por los Derechos Civiles, que está a caso de carga.
El apellido de su familia y el tamaño de su cuenta bancaria no son una medida de merito
Preguntas que siempre han existido, pero que ahora son vistas bajo una nueva luz tras la decisión del máximo tribunal el jueves de la semana pasada.
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Ese día, la Corte tumbó 45 años de precedentes al sentenciar que los programas de admisión de Harvard y la Universidad de Carolina del Norte eran discriminatorios contra blancos y otras personas al asignar ciertos cupos a personas de origen afroestadounidense o latino para promocionar la diversidad y ampliar las oportunidades para sectores menos favorecidos.
Una práctica que había sido autorizada por otra sentencia de la Corte de 1978 en la que conceptuó que ciertas razas tienen menos acceso a centros de educación superior, especialmente los de élite o «Ivy League Collages», dado los altos costos, su alta demanda, las bajas tasas de aceptación y la discriminación intrínseca en el sistema.
Según la Corte, el determinante para ingresar a una universidad debe ser el merito academico y no el color de la piel.
Un grupo de estudiantes recibió la decisión de la Corte Suprema de EE. UU. para eliminar la discriminación positiva en Estados Unidos.
Pero para Espinoza-Madrigal, si el merito es el nuevo rasero que la Corte Suprema de Justicia pide aplicar, entonces no tiene sentido que las universidades privilegien a ciertos estudiantes solo por que sus papas sistieron à la misma universidad.
En el caso Harvard puntual, los escritos presentados ante la Corte para el studio de la demande sobre afirmativa action Revelado las ventajas que tienen los hijos de exalumnos para ingresar a este prestigioso centro educativo.
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Según los documentos, la tasa de aceptación para ellos es cercana al 35 por ciento mientras que la del público general solo alcanza un 6 por ciento.
Muchos de estos centros educativos, particularmente los privados, defienden la práctica alegando que es una forma de fomentar los lazos entre exalumnos, hace parte de sus tradiciones y es una fuente de financiación pues muchos exalumnos donan recursos que luego son usados en ayudas estudiantiles para personas con menos recursos.
Advierten, además, que inmiscuirse en este tipo de decisiones violaría su derecho a autodeterminar la naturaleza de su negocio.
Pero la percepción del público frente a la práctica es muy negativa. De acuerdo con dos probeos, uno del Washington Post y otro del PEW CenterEl 75 por ciento de los estadounidenses no está de acuerdo con que se dé un trato preferencial a ciertos estudiantes solo porque sus padres fueron a la misma universidad.
El 75 por ciento de los estadounidenses no está de acuerdo con que se dé un trato preferencial a ciertos estudiantes solo porque sus padres fueron a la misma universidad.
La cuestión de las organizaciones civiles será procesada por la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación. Y si bien el déenlace es incierto, el tono usado la semana pasada por el presidente Joe Biden indica que s’attará will reevaluar la política.
«Le he pedido al departamento de educación examinar prácticas como las admisiones heredadas y otros sistemas que amplían el privilegio en lugar de la oportunidad», dijo el mandatario.
Le he pedido al departamento de educación examinar prácticas como las admisiones heredadas
So well varios estados han comenzado a coquetear con la idea, solo uno -Colorado- ha prohibido que se considere «el legado» como criterio en el proceso de selección para las universidades públicas.
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A nivel individual otras como Amherst College, Johns Hopkins, MIT, UCLA, y las universidades de Michigan y Texas no usan ya la práctica. Pero tanto a nivel público como privado sigue siendo una mínima.
Pero una decisión similar como la que tomó la corte sobre la acción afirmativa, podría tener un alcance profundo.
Partidarios de discriminación positiva en Estados Unidos.
En el caso de Amherst College, por ejemplo, la universidad sostiene que desde que eliminó la discriminación positiva contra las élitesla tasa de aceptación de hijos de exalumnos bajó al 6 por ciento mientras que la de público general o estudiantes de primera generación sufrió al 19 por ciento.
Una proporción inversamente proporcional a la que existía antes.
En otras palabras, uno se ha considerado solo el merito de los estudiantes, se vino abajo el número de aceptaciones de quienes ingresaban por «herencia».
Lo más probable es que el caso llegue en algún momento a la Corte Suprema de Justicia, que tendrá que decidir si aplica el mismo rasero que obtuvo frente a la acción afirmativa o privilegia el derecho individual de las universidades.
SERGIO GÓMEZ MASERÍ
CORRESPONSABLE EL TIEMPO
WASHINGTON
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