La alta inflación sumada al aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania están desacelerando la economía mundial hasta tal punto que ante cualquier evento adverso esta podría estar cerca de la recesión en el 2023.
Así lo aseguró el Banco Mundial en un reciente informe, en el que de momento rebajó sus proyecciones de crecimiento mundial hasta 1,7 por ciento para este año, el tercer ritmo de crecimiento más débil en casi tres décadas, eclipsado únicamente por las recesiones globales provocadas por la pandemia y la crisis financiera.
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De acuerdo con el organismo, el fuerte desaceleración del crecimiento sería generalizada: los pronósticos se corregirían a la baja para el 95 por ciento de las economías avanzadas y para casi el 70 por ciento de los mercados emergentes y economías en desarrollo.
«Los países emergentes y en desarrollo se enfrentan a un período de varios años de lento crecimiento impulsados por una fuerte carga de la deuda e inversiones escasas», alertó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.
Según informa del organismo, espera que el aumento en las economías avanzadas se desacelere de 2,5 para 2022 a 0,5 para 2023. En el caso de Estados Unidos, el aumento de 0,5 por ciento este año, 1,9 puntos porcentuales por debajo de los pronósticos anteriores y el desempeño más deficiente fuera de las recesiones oficiales desde 1970.
Para la zona euro se espera que no registre crecimiento alguno este año, lo que representa una revisión al suelo de 1,9 puntos pequeños. En cambio, China creará un 4,3 por ciento, es decir, aunque 0,9 puntos porcentuales por debajo de los pronósticos anteriores.
La desaceleración de América Latina
América Latina y el Caribe No será la excepción y se espera que se desacelere de manera marcada hasta el 1,3 por ciento en el 2023, para recuperarse un poco, hasta el 2,4 por ciento, en el 2024.
Esta desaceleración refleja tanto los esfuerzos de las autoridades monetarias por controlar la inflación como los efectos secundarios de un panorama global complicado. Adicional a ello, el crecimiento algo lento de Estados Unidos y China podría reducir la demanda de las exportaciones.
Aunque algunos países del Caribe tendrán una expansión más firme, las grandes economías de la región no crecerán para el 2023. Por ejemplo, la economía mexicana se expandirá sola un 0.9 por ciento o la brasileña un 0.8 por ciento. Incluso, para Chile proyectó una contracción de 0,9 por ciento debido a que la baja en los ingresos reales erosionaría el consumo.
Cae la proyección de crecimiento de Colombia
En el caso de Colombia, el Banco Mundial proyecta que su crecimiento se debilitaría de manera notable y pasaría de crecer un 8 por ciento en el 2022 a solo un 1.3 por ciento en el 2023 (1.9 puntos menos que lo esperado en junio). De materializarse, la diferencia entre un año y otra serie de 6,7 puntos.
Para el 2024, se recuperaría hasta el 2.8 por ciento.
En concreto, el organismo internacional espera que la economía colombiana se desacelere en medio de una disminución del aumento de la actividad que acompaña al rebrote de las restricciones por la pandemia y que la política de monetización se mantenga estricta en medio de una inflación elevada.
Esto es lo que crecerían los países de la región en el 2023:
1. Guayana 25,2
2. San Vicente y las Granadas 6
3. Paraguay 5.2
4. Barbados 4,8
5. República Dominicana 4,8
6. Panamá 4.5
7. Santa Lucía 4.4
8. Bahamas 4.1
9. Granada 3.2
10.Bolivia 3.1
11. Ecuador 3.1
12.Guatemala 3.1
13. Honduras 3.1
14.Costa Rica 2,9
15.Uruguay 2.7
16. Perú 2.6
17. Surinam 2.3
18. Argentina 2
19. Belice 2
20. Salvador 2
21. Jamaica 2
22.Nicaragua 2
23. Colombia 1.3
24. México 0.9
25. Brasil 0,8
26 Chile -0,9
27. Haití -1.1