Santa Fe no ha perdido el costo del sufrimiento. En su estreno en La Liga pasó muchas angustias y solo encontró la victoria con un remate de Hugo Rodalega, cuando el partido ya terminó, para el 1-0.
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El partido fue de bostezo y una sola gran emoción, aunque suficiente, dirán los cardenales. Con un Santa Fe que quería y no podía, y con un Jaguares que quería defenderse bien y lo hizo casi hasta el final.
Santa Fe mostró su nueva cara y se estrelló contra esa pared azul, con un Jaguares fuerte y sin fisuras, dedicada a cuidar su arco, con salidas esporádicas.
Sufrir hasta el final
El equipo cardenal fue amo de la pelota, incluso con su defensa en la mitad de cancha, pero su juego fue monótono, de izquierda a derecha y atrás, de derecha a izquierda y atrás, sin encontrar el pase diferente, la profundidad, la sorpresa.
Ni siquiera pesaron sus caras nuevas, Antony Silva, porque no tuvo trabajo, y Manjarrés, Cetré y Londoño Asprilla aparecieron poco.
Fue Hugo Rodallega el mas insistente, con varios disparos desviados. Sambueza intentó un par de veces y hasta hubo un cabezazo frágil de Aja. No.
La aparente superioridad de la época santafesina. Pues era dueño de la pelota, pero sin agresión real. Algunos centros al área no intimidaban a nadie.
En la segunda parte, Rodallega parecía decidido a ser el primer héroe, y un remate suyo se fue otra vez desviado. No encontré la puntería.
Ever Valencia y Cristian Marrugo entraron a ver si pudieron hacer algo, y con ellos en la cancha llegaron la más clara de Santa Fe, en un remate cruzado de Viáfara que pasó muy cerca del arco. Si es todo.
Solo en el último instante llegó el alivio cardenal, con un remate de Rodallega que recibió una pelota como caída del cielo y no falló, y así, le dio los primeros y sufridos tres puntos a los cardenales.
PABLO ROMER
redactora de EL TIEMPO
@PabloRomeroET