Uno de los grandes proyectos de la nueva ley de la ciencia es el despegue de la Agencia Espacial Española. ¿Qué tipo de proyectos podemos esperar de estas organizaciones?
La Agencia Espacial Española es un ambicioso proyecto destinado a impulsar la industria aeroespacial. Por un lado, heredará proyectos ya en marcha y, por otro, impulsará nuevos. España es un país líder en el espacio. Ahora mismo, por ejemplo, tenemos la capacidad de diseñar, fabricar y comercializar aeronaves. En el ámbito espacial faltaba la última parte. Así, con este nuevo organismo también ponemos en marcha una nueva licitación desarrollar el primer lanzador de microsatélites completamente español.
«La Agencia Espacial Española heredará proyectos ya en marcha e impulsará nuevos»
¿Habrá proyectos espaciales en Catalunya?
Si.En la parte industrial, los programas de grandes empresas como Indra y GTD serán gestionados por la nueva agencia, así como los trabajos de nuevas empresas del llamado ‘New Space’ como Open Cosmos, Sateliot, Lobelia o Satellogic. En cualquier caso en los centros de investigación, el Barcelona Supercomputing Center, la Universitat Politècnica de Catalunya o el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) son instituciones de referencia también en proyectos del espacio y con toda seguridad van a desarrollar los proyectos futuros de la Agencia Espacial Española.
La gran promesa de esta ley era crear una financiación más estable para los centros de investigación. ¿Que se ha hecho para conseguirlo?Hemos desplegado el mayor presupuesto en I+D+i de la historia de España. En la Comisión Europea somos el cuarto país que más fondos de recuperación se han destinado a la ciencia y la innovación. Se trata de un plan de choque, pero no queremos que se un espejismo. Por eso hemos blindado por ley una financiación estable de la ciencia. Estamos desplegando la receta totalmente antagónica a lo que hizo el Partido Popular durante la crisis financiera. En los cinco años más duros de recortes se destruyeron más de 10.000 plazas de investigadores en España. Ahora estamos respondiendo a más velocidad, por lo que cada diez investigadores que se jubilan se incorporan 12.
«In Europe, el cuarto país que más fondos de recuperación ha destinado a la ciencia y la innovación»
La comunidad científica denunció la gran cantidad de trabas burocráticas para acceder a financiación. ¿Qué prevén hacer para sortear este problema?
Un día de hoy la ciencia se financia a partir de proyectos. Los grupos de investigación se presentan a convocatorias y, si se benefician, se toman un tiempo para destapar su proyecto. Ahora queremos apostar por un nuevo modelo que proporcione una financiación basal para investigar. De esta manera, también a un concurso, los grupos dispondrán de una base económica a la cual podrán trabajar durante los siguientes años. Así, un día 1 de enero, tendrán garantizados unos fondos con los que ir investigando más allá de los proyectos. Este modelo ya se aplica en otros países. Este mismo año pondremos en marcha este modelo con una prueba piloto dotada con 30 millones de euros.
«Queremos apostar por un nuevo modelo que proporcione una financiación basal para investigar»
Otros de los grandes problemas de la ciencia española eres la fuga de cerebros. ¿Se está haciendo algo para recuperar el talento fugado?
Estamos trabajando para crear mejores condiciones en la ciencia. Por ejemplo, con la nueva ley hemos blindado un modelo de contrato indefinido para los investigadores y creado una ruta estable para la carrera científica. Hemos desplegado la oferta pública de empleo más ambiciosa de los últimos 15 años. Solo el año pasado, con este nuevo modelo, el 10% de los contratos de investigación de Ramón y Cajal fueron para investigadores que habían ido al extranjero. El 25% fueron personas con nacionalidad extranjera por lo que, además, comprende que estas medidas están sirviendo para atraer talento.
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¿Entonces considera usted que la ciencia española se ha recuperado de la crisis estructural en la que lleva años inmersa?
Si. Estamos ante un cambio revolucionario. Hemos pasado de expulsar talento a reclutarlo. Un dato clave es que ahora mismo, justo mientras se registran cifras record de empleo, uno de cada cuatro empleos en España es en el sector de la ciencia y la innovación. En Catalunya esta cifra es todavía más alta. Uno de cada tres empleos tiene que ver con el sector científico. Esto significa que las medidas desplegadas hasta la fecha están dando sus frutos.