Un enorme socavón en la autopista Panamericana CA-6, cerca del paso fronterizo Las Manos, ha bloqueado el tráfico entre Nicaragua y Honduras, impactando severamente el comercio y el transporte internacional en el área.
El colapso, registrado el 5 de febrero de 2025, atrapó a varios automóviles y provocó un grave congestionamiento en una de las rutas esenciales para el comercio entre los dos países. El enorme agujero, con un diámetro de aproximadamente 15 metros y una profundidad de más de 5 metros, fue causado por fuertes precipitaciones que afectaron la integridad del pavimento. Por fortuna, no hubo pérdida de vidas humanas, pero las repercusiones económicas fueron notables. Se calcula que la gestión del cruce fronterizo perdió entre 25 y 30 millones de lempiras (superando el millón de dólares) debido a los días sin conexión. elpais.hnconfidencial.
En respuesta a esta coyuntura, las autoridades de Nicaragua cerraron el paso fronterizo en Las Manos y aplicaron disposiciones especiales en otros sitios de control, tales como Guasaule y El Espino, para gestionar las exportaciones e importaciones, además del tránsito terrestre internacional. No se indicó un periodo concreto para la reconstrucción de la sección dañada ni para la reanudación del paso fronterizo.
Por su parte, las autoridades hondureñas habilitaron un paso alterno para vehículos livianos y motocicletas, mientras se trabaja en la reparación del tramo afectado. Sin embargo, el paso alterno no es adecuado para vehículos de carga pesada, lo que sigue generando retrasos en el transporte de mercancías.
Este suceso destaca la fragilidad de la infraestructura de carreteras en la zona y subraya la urgencia de realizar inversiones para mejorar y actualizar las vías, asegurando así la seguridad y eficacia del transporte internacional. También enfatiza la importancia de disponer de planes de contingencia y trayectos alternativos para reducir el impacto de fenómenos climáticos extremos y otros eventos inesperados.
La circunstancia igualmente ha impactado a los transportistas y comerciantes del área, quienes se enfrentan a pérdidas financieras por los aplazamientos en la entrega de productos y la discontinuidad de las cadenas de suministro. Se aguarda que las autoridades colaboren de forma coordinada para solucionar la situación cuanto antes y reanudar el flujo habitual del comercio y el transporte entre los dos países.
En tanto, las personas que utilizan la carretera deben prestar atención a las señales de las autoridades y ser cautelosos al circular por las vías disponibles, para asegurar su protección y prevenir más inconvenientes.