LA HABANA — Se espera que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel sea elegido esta semana por los legisladores de la Asamblea para dirigir el país por otros cinco años, a pesar de un difícil primer mandato empañado por la pandemia del coronavirus y una crisis económica casi sin precedentes.
Díaz-Canel, de 62 años, lidera el Partido Comunista, al que pertenecen o simpatizan los 470 diputados elegidos por los cubanos el mes pasado. Cuba argumenta que su sistema de partido único promueve la unidad y limita la interferencia financiera en las elecciones a la asamblea.
La asamblea votará el miércoles para elegir al presidente y al gabinete del país. Ningún candidato que no sea Díaz-Canel se considera emergente para la presidencia.
Una vez que se confirme su próximo mandato, Díaz-Canel deberá concentrar sus esfuerzos en reformar el sistema económico de Cuba, dijo Carlos Alzugaray, analista político independiente y ex diplomático.
“Este es el gran desafío que tiene ahora el presidente Díaz-Canel”, dijo Alzugaray. “¿Podrá romper con la inercia de su primer mandato y su rigidez ideológica al servicio del pragmatismo económico?
Díaz-Canel fue electo en 2018, sucediendo a Raúl Castro, hermano del revolucionario Fidel Castro que gobernó el país de 1959 a 2008. Prometió continuidad con la política de los hermanos, aunque aprobó una reforma constitucional que limita la presidencia a solo dos cinco años consecutivos. años. – Plazo de un año.
Díaz-Canel buscará cimentar su legado en su segundo mandato, pero debe hacer los cambios que necesita el país, dijo Alzugaray.
“Queremos más”, dijo Díaz-Canel a los periodistas después de emitir su voto en las elecciones legislativas del mes pasado.
“Cuando se ha vivido un proceso electoral tan intenso, emancipador y conmovedor, hay que darlo todo por este pueblo heroico y digno que merece la mayor felicidad posible”.
Durante su primer mandato, Díaz-Canel enfrentó una serie de desastres -desde explosión hotelera en el centro de La Habana y un incendio en depósito de crudo en Matanzas, los huracanes y los impactos de la pandemia.
También luchó contra las sanciones impuestas en 2018 al país por el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acumulando un embargo comercial estadounidense de décadas.
Las sanciones han debilitado aún más la economía cubana y número sin precedentes de cubanos han dejado la isla en los últimos años. Un récord de 220.000 cubanos se registraron en la frontera entre Estados Unidos y México en el año fiscal 2022, según cifras de inmigración de Estados Unidos.
Empeoramiento de la escasez
El contexto económico de las elecciones es sombrío. La inflación anual alcanzó casi el 40 por ciento el año pasado y la escasez de combustible, electricidad, alimentos, medicinas y divisas ha empeorado.
Protestas contra el gobierno en julio de 2021 fueron los más grandes desde la revolución. El presidente culpó de los disturbios a la interferencia de Estados Unidos.
“El mandato de Díaz-Canel fue problemático”, dijo Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones de Cuba en la Universidad Internacional de Florida.
“La crisis de la pandemia, la crisis económica en curso y, sobre todo, quizás la cuestión de la legitimidad que se discutió abiertamente durante los disturbios (de julio de 2021)”, dijo Duany.
Sin embargo, en las calles de La Habana, los partidarios de Díaz-Canel dijeron que confiaban en su capacidad para cambiar el rumbo.
«Sí, se puede confiar en él», dijo Hugo Fuentes, estudiante de derecho de 21 años. «Tiene la energía suficiente para volver a dirigir el país, aunque tendrá que reenfocar sus esfuerzos».