La creciente prevalencia de enfermedades como la diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer ha sido asociada al aumento en el consumo de productos ultraprocesados. Estos alimentos, caracterizados por su alto contenido en grasas saturadas, azúcares libres, sal y aditivos artificiales, han desplazado progresivamente a opciones más nutritivas en muchas dietas. Su consumo excesivo contribuye significativamente a la carga global de morbilidad y mortalidad prematura.
La OMS ha identificado la necesidad urgente de establecer directrices claras que orienten a los gobiernos en la formulación de políticas públicas eficaces para reducir el consumo de estos productos y fomentar hábitos alimentarios más saludables. Estas directrices servirán como herramienta para la implementación de estrategias nacionales de salud pública, incluyendo la regulación de la publicidad dirigida a niños, el etiquetado nutricional claro y la promoción de entornos alimentarios saludables.
Perfil de los expertos requeridos
La convocatoria está dirigida a profesionales con experiencia en áreas como nutrición, salud pública, políticas alimentarias, epidemiología, comunicación en salud y derecho sanitario. Se valorará especialmente la experiencia en la elaboración de directrices técnicas y políticas, así como el trabajo con gobiernos y organizaciones internacionales. Los candidatos deberán demostrar capacidad para analizar evidencia científica, desarrollar recomendaciones prácticas y adaptarlas a contextos regionales y nacionales diversos.
Es crucial resaltar que los elegidos desempeñarán su función como especialistas autónomos, sin actuar en nombre de ninguna entidad o nación específica. Su tarea consistirá en aconsejar a la OMS en la creación de lineamientos fundamentados en la evidencia más sólida disponible, asegurando la claridad y la imparcialidad en el procedimiento.
Etapas del proceso de elección y tiempos
El proceso de selección será riguroso y transparente. Los interesados deberán enviar su currículum vitae actualizado, acompañado de una carta de motivación que detalle su experiencia relevante y su interés en participar en esta iniciativa. La fecha límite para la presentación de candidaturas es el 15 de junio de 2025.
Los expertos seleccionados participarán en reuniones periódicas, tanto virtuales como presenciales, para revisar la evidencia científica emergente, discutir enfoques innovadores y desarrollar recomendaciones prácticas. Se espera que las directrices resultantes sean publicadas en el segundo semestre de 2026, proporcionando a los países miembros de la OMS una herramienta clave para la implementación de políticas alimentarias saludables.
Consecuencias previstas
La implementación de estas directrices tiene el potencial de generar un impacto significativo en la salud pública global. Al reducir el consumo de productos ultraprocesados, se espera disminuir la incidencia de ENT relacionadas con la dieta, mejorar la calidad de vida de las poblaciones y aliviar la carga económica asociada al tratamiento de estas enfermedades.
Además, la implementación de políticas fundamentadas en estas pautas ayudará a desarrollar entornos alimentarios más saludables, facilitando el acceso a alimentos nutritivos y disminuyendo la exposición de la población a prácticas de marketing nocivas. Este enfoque completo es crucial para progresar hacia sistemas alimentarios sostenibles y equitativos a nivel global.