Néstor Lorenzo y la Selección Colombia siguen sin perder en preparación para la eliminatoria suramericana que arranca en septiembre. Este viernes, en un partido plano, sin maravilla ni nada parecido, Colombia derrotó a Irak 1-0. Y ganar nunca, pero nunca, y ni más faltaba, será malo en ningún momento del fútbol. Bien !
Y ganó con un gol del que fue quizás el jugador más sorpresivo de la convocatoria: Mateo Cassierra, a semi-desconocido para el horrible de los aficionados, que es el centrodelantero del zenit ruso. Intento refrescarles la memoria: jugó en el Cali entre 2015 y 2016 y luego se hizo un trotamundo.
(Lea también: Colombia se armó de paciencia: venció a Irak y mantuvo el invicto en la era Lorenzo)
El gol lo hizo luchando, a potencia y fuerza, estrellándose contra su marcador y llevándoselo por los cuernos hasta meterla, tras un centro de Arias. Ambos llevaron a penas dos minutos en la cancha. Reemplazado en Santos Borré ya Díaz.
Colombia contra Irak. En colaboración, Jhon Arias (20).
Y en esa jugada, resolvieron un partido en el que Colombia no encontró la manera de romper la defensa iraquí. El gol es lo básico, básico e importante del fútbol. Parece una tontería tener que decirlo, pero, pues, toca repetir.
La sorpresa del linaje de Lorenzo
Fue sorprendido por el titular con Montero, Salazar, Cuadrado de volante interno en un 4-3-3 como con Queiroz, y Valoyes. Formación sorpresiva, pero comprensible: este era el partido para probar más nuevos, pues el rival era Irak. El próximo y último antes de la eliminatora será contra Alemania, el martes. Y Alemania por más que haya perdido este viernes contra Polonia (0-1) y venga coja y arrastrando la pierna, pues es Alemania.
La Colombia de este viernes, en todo el primer tiempo y en largos pasajes del segmento, fue como la pasada Colombia de Reinaldo Rueda en Barranquilla: con el rival cerrado atrás se quedó con la bola, pero sin ingenio ni genios. Equipo lento y paciente que causa impaciencia. Pateo muy poco al arco.
Néstor Lorenzo y Andrés Salazar
Así, pues, la bola quieta se llama esperanza. Y antes del gol, dos cabezazos desviados, uno Dávinson y otro de Lucumí, fue lo más peligroso. Pero fallaron como Borja, Muriel y todos con Rueda en Barranquilla.
En el segundo tiempo, como ha ocurrido con esta Selección, el equipo reaccionó, fue más rápido y ganó, aunque salvó en dos increíbles jugadas.
Lorenzo amplió su invicto de preparación a cinco triunfos y dos empates porque esta vez Cassierra, como antes antes Sinisterra o Durán, hicieron lo que ninguno hizo para la Colombia de Rueda en la eliminación de Qatar: ¡el gol!
Meluk le cuenta…
Gabriel Meluk
Redactor de Deportes
@MelukLeCuenta
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