Colombia se fue por 45 minutos e Italia fue aprobada. El equipo que dirige Héctor Cárdenas perdió el Mundial sub-20, al caer 3-1 en San Juan en su partido más flojo del torneo, en el que cometió muchos errores defensivos y le faltó chispa adelante.
El primer tiempo de Colombia fue para el olvido. Cada vez que la pelota subía más de un metro del piso, comenzaban los dolores de cabeza. Literalmente. Y el portero Luis Marquines, que en muchos momentos del Mundial había sido el salvador del equipo, esta vez no pudo hacer nada.
Apenas iban nueve minutos de juego cuando, en un cobro de tiro de esquina de Tommaso Baldanzi, Cesare Casadei, el goleador de la Copa del Mundo, levantó para cabecear y dejó sin opción a Marquines, que se quedó a medio camino de defensa, ya una que marcó terriblemente mal.
A los problemas defensivos, que se multiplican en esta tarde-noche de San Juan, se sumaron otras caídas que parecían superadas, como el individualismo de Yaser Asprilla y Alexis Castillo Manyoma, los errores de Edier Ocampo en la salida y la buena marca de la zaga italiano.
El segundo gol italiano, a los 38 minutos, llegó por la misma vía y con los mismos intérpretes, pero con cambio de papel: Casadei bajó un balón de cabeza tras un centro desde la derecha y Baldanzi llegó al otro palo para rematar, en medio de la pasividad de la defensa.
El técnico de Colombia, Héctor Cárdenas, cambió toda la banda derecha: sacó a Ocampo ya Manyoma y metió a Devan Tanton ya Daniel Luna. Pero el terremoto del primer tiempo tuvo una réplica por la otra banda, por la que llegó, antes de que se cumpliera el primer minuto del segundo tiempo, el 3-0 para Italia: Baldanzi entró por la derecha, llegó a la raya, tocó atrás y en una esquina del área chica, Francesco Espósito remató de taco y convirtió el triunfo, parcialmente, en goleada.
Hay que destacar que Colombia reaccionó rápido para evitar que Italia se los llevara por delante. Muy pronto después del golazo de Espósito, Jhojan Torres agarró un balón en el borde del área y le pegó duro: pegó en el palo y entró. Y el equipo comenzó a sostener un poco más de llegada, par que, al menos, quedara la ilusión óptica de que la diferencia de tres goles era demasiado amplia. Incluido el de dos tantos.
Arriesgo Cárdenas. ¿Que mal quedará? Sacó a Torres, quedó con un solo volante de marca, Gustavo Puerta, y metió un segundo delantero, Jorge Cabezas Hurtado. Pero el cambio no le sobra, porque el equipo perdió el balón. Así que, poco después, Tomás Ángel dejó la cancha y entró otro mediocampista, Juan Andrés Castilla.
Los Italianos siguieron amenazando y cada vez que levantaron la pelota hicieron sacar los rosarios en las casas de los jugadores, por la facilidad con que atacaban. Les faltó precision para aumentar el marcador.
En la última reposición que dio el árbitro, 10 minutos, Cárdenas hizo la última intención por, al menos, descontar: sacó a Óscar Cortés, bien controlado por los Italianos, y le apostó ya no atacar por las bandas, sino por el centro, con la entrada de Miguel Monsalve. Hubo un par de aproximaciones, pero nada más.
La ilusión de volver a una semifinal de un Mundial Sub-20 se acaba de golpe. Esta vez no hubo salvadores, ni atrás ni adelante. Italia ganó bien y Colombia empaca maletas rumbo a casa.
José Orlando Ascencio
Subdirector de Deportes
@josasc