Los microplásticos ya inundan todos los rincones del planeta. Estos minúsculos fragmentos de residuos, muchas veces incluso imperceptibles para el ojo humano, se han hallado desde la cima del Everest hasta el interior del cuerpo humano. Ya hay estudios que confirmando la presencia de estos plásticos en los intestinos, el hígado y la sangre humana. ¿Pero como llegan hasta ahi y, sobre todo, excelentes son sus efectos? Según apunta un estudio publicado este mismo martes en la revista ‘Physics of Fluids’, una de las principales vías de entrada de los microplásticos en el cuerpo humano es el Sistema respiratorio. Es ahí donde estos residuos microscópicos se encuentran una vía para ‘colarse’ en nuestro cuerpo.

El estudio, líder de un equipo internacional de investigadores, se basa en un modelo de computadora diseñado específicamente para Escuche cómo los microplásticos pueden entrar en el cuerpo humano., viajar tiene a través de diferentes sistemas y, finalmente, depositarse en nuevas organizaciones. Aquí, los expertos descubrieron explorando el movimiento de diferentes tipos de microplásticos (de diferentes formas y tamaños) en el sistema respiratorio. A continuación, también analizaron cómo esta dinámica podría cambiar en función de si una persona respira más rápido o más lento. A partir de ahí, el modelo consiguió dibujar un mapa de las ‘zonas calientes’ de acumulación de microplásticos.

¿Dónde se cumulan?

Según desvela esta investigación, los microplásticos tienden a acumularse principalmente en la cavidad nasal y en la parte posterior de la garganta. «La forma anatómica compleja y la elevación asimétrica del tracto respiratorio (y el complejo comportamiento del flujo en la cavidad nasal y la orofaringe) hacen que los microplásticos se depositen en esas áreas», explica Mohammad S. Islam, uno de los principales autores de este trabajo. En este sentido, según relata el experto, factores como la velocidad del flujo respiratorioallá inercia de partículas allá las características anatómicas de este individuo también influye en la concentración de microplásticos en el organismo.

¿Pero son los factores que más influyen en este proceso? Según el modelo computacional desarrollado para este trabajo, las personas que respiran más rápido (Es decir, aquellos que tienen un flujo respiratorio más acelerado) paradójicamente su cansancio que suelen acumular menos cantidad de microplásticos en su sistema respiratorio. Las simulaciones también sugieren que microplásticos más grandes (más de 5,6 micras) tienden a depositarse con mayor frecuencia que los más pequeños. Eso sí, todas estas hallazgos por ahora solo se limitan a un estudio de computación. Para comprobar su validación, habrá que esperar a investigaciones más detalladas en personajes reales.

¿Cuál es el peligro?

Cada vez son más los estudios que alertan sobre la presencia de microplásticos tanto en el medio ambiente como en el cuerpo humano. Sí, ha conocido vez, planta la pregunta de cual es el verdadero peligro de estos elementoss. La respuesta, según señalan varios expertos, es que todavía no sabemos a cierta ciencia adecuada son los riesgos de estos compuestos. Según explicó la científica Ethel Eljarrat en una entrevista con EL PERIÓDICO, «sabemos que entre los más de 3.000 compuestos químicos utilizados para la fabricación del plástico hay al menos 60 que se relacionan con un alto riesgo para la salud. Investigaciones recientes sugieren que estos podrían actuar como disruptores endocrinos, provocar danos neurologicos e incluido tener efectos cancerígenos«.

«Algunos compuestos podrían actuar como disruptores endocrinos, provocar daños neurológicos e incluso tener efectos cancerígenos»

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Hay estudios que sugieren que, de medios, los humanos ingerimos 120.000 partículas de microplásticos al año. Varias investigaciones han encontrado la presencia de microplásticos en diferentes tipos de comida (sobre todo en pescados y mariscos pero también en productos agrícolas), en compuestos como la sal de mesa allá hasta en fuentes de agua (desde los productos embotellados hasta la misma agua del grifo de grandes ciudades como Barcelona y Madrid). También se han encontrado concentraciones elevadas de estas sustancias microscópicas en el aire. Sobre todo en las zonas donde hay altos niveles de contaminacion plastica o actividades industriales relacionadas con este material.

Todo apunta a que la toxicidad de estas sustancias podría depender de su acumulación a largo plazo. Sobre todo teniendo en cuenta que muchas organizaciones como los humanos no somos capaces de metabolizar los compuestos químicos asociado a la ingestión de microplásticos. Par ahora, aunque cada vez son más los estudios qu’empiezan à alertar sobre las consecuencias de este fenómeno, aún no hay pruebas concluyentes sobre los daños provocados por los microplásticos. La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, ha reclamado investigar más en profundidad sobre este fenómeno y, mientras tanto, «hacer todo lo posible para reducir drásticamente la contaminación por plásticos«.