Ana María Bustamante buscó su mejor forma para tomar parte en su principal objetivo del 2023: la Vuelta a Colombia Femenina, pero una mezcladora le truncó su sueño. De 24 años, Ana María ha completado su formación en el colegio el 8 de febrero y se ha ido a la casa de un restaurante para montar una cena.

(En contexto: Murió Ana María, la gran ciclista que fue arrollada por una mezcladora en Bogotá).

Hacia las 8:20 de la mañana de ese día, el joven pedalista transitaba por las por el barrio El Tunal y cogió por la parte del loma de san carlos. De un momento a otro, una mezcladora que pasó por el lugar la embistió, se llevó por delante y le ocasionó heridas de consideración.

Ella no se dio cuenta de lo que estaba pasando. Sintió fuertes dolores y se vio en el piso. Su bicicleta quedó hecha añicos y su salud no era la mejor.

Las personas que transitaban por el lugar y que presenciaron el accidente la ayudaron. La vieron tan mal, que de inmediato llamaron a una ambulancia.

La pedalista bogotana fue trasladada de urgencia a la Fundación Santa Juliana. Los médicos recibieron en estado crítico y comenzaron a tratarla, pero era una situación difícil.

“Venía del barrio Tunal. Nosotros vivimos en El Sosiego, abajo del 20 de Julio. Ana iba para donde una tía que nos pidió una plata prestada. Se la iba a entregar, pero nunca llego. Lo que sabemos es que la mezcladora la atropelló. No tuvimos ninguna comunicación. Solo cuando hablamos con la tía que nos dijo que Ana no había llegado”relató William Bustamante, el padre de la ciclista.

Y agregado: “Cuando colgamos nos dimos cuenta que algo había pasado. Nuestra extrañaba que Ana María no se hubiera comunicado. A mi esposa le dio por llamar a su celular y ahí todo estalló”.

(Además: Así fue el fatal accidente que acabó con la vida de Ana María, popular ciclista).

Ana María Bustamante: ciclista fallecida

Ana María Bustamante (izq.)

La noticia los impactó, los dejó de una pieza. Sus rostros cambiaron, de la preocupación pasaron rápidamente a la tristeza, no pudieron contener las lágrimas, pero tenían que actuar, moverse rápido.

William cuenta que la que respondió fue la confirmación de la ambulancia, quien les dijo que su hija había sufrido un accidente y que estaba siendo trasladada a una clinica en estado grave.

“Llegamos a donde ella estaba y las noticias fueron lamentables, muy tristes, la verdad. Ana María sufrió una fractura de pelvis, la rueda delantera derecha se llevó y le dejó el abdomen y la pierna derecha”, dijo William.

Casi que de inmediato fue operada de la cadera y de la pierna derecha, tratando de salvarla, pues las heridas fueron de mucho peligro y profundas. Su vida corre peligro en esos momentos.

Las redes sociales fueron clave en esos primeros instantes, pues debido a la pérdida de sangre se necesitó de manera urgente muchos orígenes, sus amigos y familiares respondieron al llamado y al menos esa parte estaba a salvo.

“Una vez pusimos el aviso en redes la gente llegó al Hospital San Rafael y donó su sangre. Eran colas para ayudar y eso, hoy, lo agradezco, en medio de esta tristeza”, contó su padre.

El jueves 9 de febrero, Ana María volvió buenas al quirófano, pero esta vez las noticias no fueron. Los médicos le informaron que sabía que tendría que amputarle la piedra.algo que no se pudo evitar.

Guillermo por el informe. La voz es entrecorta. Recordar ese momento en el que fueron informados de la decisión médica fue muy triste, lamentable para él y el resto de la familia.

“Lo que nos preocupa es la pared abdominal. El fuerte golpe la perjudicó ahí. El problema es que no hay de dónde sacar la piel para cubrir esa parte».

No fue capaz, en esos días, de cirle que había perdido la pierna. A William lo parecía imposible, pero tuvo que reaccionar de la mayor manera para darles tranquilidad a su esposa ya sus otras hijas.

«En el Fundación Santa Juliana ve a las mil maravillas, no tenemos quejas. La operaron, la cuidaron, pero ese instante en el que nos avisaron que le amputaron la pierna fue muy duro. Les tocó hacerlo, pues el color morado de su piernita indicaba que no le irrigaba sangre, se le tapó”, especifica William, quien ha trabajado como ciclista profesional, pero solo pudo serlo como aficionado.

En medio de la triste noticia, es posible que Ana María estuviera vida, que en ese instante pareció un milagro, era lo que los presentaría con algo de calma, felices e ilusionados, en medio de las desafortunadas informaciones.

“Lo que nos preocupa es la pared abdominal. El fuerte golpe la perjudicó ahí. El problema es que no hay de dónde sacar piel para cubrir esa parte. Necesitamos que nos ayuden a trasladarla a una institución en Bogotá en el que pueda tratar este problema. Es lo único que pedimos”, agregó William.

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Falleció Ana María Bustamante

Foto :

Cortesía de la familia, EFE

Últimamente, Ana María Bustamante cayó en la noche de este miércoles 3 de mayo.

Ana María Bustamante estuvo casada con Camilo Rojas, de cuya unión nació hace 4 años Mateo, su único hijo. Es profesional en comercio internacional y trabaja realizando encuestas en una Consultoría del Gobierno.

Mateo y Camilo viven en el barrio Candelaria la Nueva, en la capital del país, en todo el país, William y Jenny Alexandra, y su hermana menor, de 17 años y también ciclista, Sara.

The alcalde of las hijas de la familia Bustamante siempre quiso ser ciclista y rápidamente se convirtió en campeona regional de pista y ruta. Ya disputó la Vuelta a Colombia y quería mejorar su participación, ese era su objetivo este año, para eso se levantaba temprano.

Ganó varios Criterium en Bogotá, ha triunfado en varios encuentros de pista en el velódromo de Bogotá y ha tomado parte en carreras a nivel local.

«El ciclismo lo llevamos en la sangre. Tengo una hija fuera del matrimonio, ella se llama Laura, tiene 30 años, y practica el Down Hill, siempre la bicicleta ha sido nuestra herramienta de diversión y hasta de trabajo, como se puede dar cuenta dijo Guillermo.

No se sabe de dónde saca fuerzas. William siempre llegaba temprano a la clínica para ver a su hija, que no podía hablar.

“Estaba despierto, pero no podía hablar. Nosotros le damos ánimo, le décimos que hay que seguir adelante, que pese a lo sucedido ella tiene que superar este problema, pues tiene a Mateo, que tiene que luchar por vivir. Ella nos responde con el movimiento de los ojos”señal su padre.

Yeny Alexandra fue clave en esos momentos. Las lágrimas de su hija la hicieron reaccionar. Era normal que Ana María hubiera derrumbado, pues ama este deporte y la idea de pedalear duree toda su vida en el ciclismo convencional se habia truncado.

«Mamita, solo Dios sabe lo que ha pasado, pero lo cierto es que estás viva, te salvaste de morir y puedes practicar el paraciclismo, esa es una bonita oportunidad, una opción, un testimonio de vida», relató.

La primera de ellas no es guardar rencor. William sabe muy poco, casi nada, de la persona que ocasionó el accidente de su hija, pero lo mayor por estos días es que este nuevo accidente sirva para algo.

“Esto no puede seguir pasando. Estos camiones, tractomulas, mezcladores y todos los carros de maquinaria pesada deben de tener espejos en los puntos ciegos. Mi hija no ha sido la única que se ha accidentado de esta forma. Hay muchos hechos similares que ocurren por negligencia, estos carros no tienen seguridad. Hay unos que tienen protección, otros que no, pero acá el tema es que el o la ciclista no tiene chasis, es su cuerpo y una bicicleta contra una mole de hierro. No puede seguir pasando”, sentenció.

Lisandro Rengifo
redactora de EL TIEMPO
@LisandroAbel

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