Millonarios sigue golpeado por la eliminación de la Copa Libertadores, por las lesiones y por sus errores defensivos. Águilas Doradas, una de las sorpresas de LaLiga, intentó hacer todo esto para llevarse una pasta a dos goles este domingo, en El Campín.
Millonarios sufre por las limitaciones de su nomina y otra vez las bajas trastocaron la nomina holder. A las lesiones de Omar Bertel y Andrés Llinás se suma la de Leonardo Castro, el hombre que llegó como esperanza de gol. Y Óscar Cortés sumó en la convocatoria de la Selección Sub 20.
Fernando Uribe, allí recuperado, ocupó la posición de punta y Gamero jugó por Samuel Asprilla, un juvenil con solo un partido en primera, como lateral izquierdo. Los dos fueron protagonistas, para bien y, en el caso del segundo, también para mal.
Los primeros 20 minutos de Millonarios fueron muy buenos: fue un equipo trevido, punzante, que recuperó el ataque por las bandas que tanto extrañó, por ejemplo, en los partidos de la Copa Libertadores. Y así llegó el primer gol, en una gran jugada que terminó con overflow y centro de Asprilla y cabezazo de Luis Paredes, otro de las apuestas de las divisiones menores.
Así como los jóvenes aparecieron en el primer gol, los veteranos fueron los responsables del segmento, en un pase brillante de Mackalister Silva y una gran definición de Fernando Uribe, mano a mano con el portero José Contreras. A los 20 minutos, Millonarios caía 2-0 en la llegada.
Pero ese esperanzador arranque de Millonarios se diluyó y Águilas Doradas empezó a mostrar los bonos que se le habían elogiado en las primeras fechas. Se envalentonó, se fue al frente e hizo ver muy mal una descuadernada defensa azul, en la que Asprilla perdió la espalda una y otra vez, Juan Pablo Vargas se vio particularmente inseguro y Elvis Perlaza tuvo una actuación preocupante.
En solo cuatro minutos, Águilas Doradas revirtió la desventaja, primero, al probar un rebote en una pelota que nadie de la defensa de Millonarios fue capaz de rechazar y que el central Jean Pestaña mandó al fondo del arco, a los 22. Y a los 26, Mateo Puerta filtró una pelota a espaldas de Asprilla y allá cayó Jhon Fredy Salazar, que acababa de entrar por Álex Castro, para meterla entre el poste y el porter Álvaro Montero.
El remate del primer tiempo pudo ser peor para Millonarios. Lo salvó una polémica decisión del VAR y del juez Bismark Santiago, que no sancionó un penalti de Perlaza a Jeison Quiñones.
Gamero apostó al vértigo con los cambios: sacó a Daniel Cataño y metió a Jader Valencia, y luego metió a Édgar Guerra y Yuber Quiñones, en lugar de los anotadores del primer tiempo, Paredes y Uribe.
Y el partido, en los primeros minutos del segundo tiempo, siguió siendo mano a mano. Luego, la cancha se fue inclinando hacia el arco sur de El Campín, cuando el técnico del visitante, Lucas González, sacó a Marco Pérez y quitó a Millos un dolor de cabeza para su defensa. Y al final, los visitantes se dieron cuenta de que pudieron seguir jugando mano a mano.
Millonarios jugará el miércoles el aplazado contra Pasto y el domingo, el clásico contra Santa Fe. Se viene una semana dura tanto para el cuerpo técnico como para el departamento médico…
José Orlando Ascencio
Subdirector de Deportes
@josasc